CASCO VIEJO dogos alemanes es nuestro nombre, el cual servirá para dar un apellido a nuestros ejemplares.
Primero, está registrado por la Federación Cinológica Internacional con el número 0270/04.
Y a su vez por la RSCE con el número 11981. Es importante estar registrado por la RSCE y por la FCI. Así los cachorros de dogo alemán también lo estarán mediante el registro del LOE, «Inscripción en el Libro de Orígenes Españoles». Para poder estar inscrito es necesario cumplir una serie de normas a la hora de la cría; no solo es un simple documento, puedes leer si quieres aquí el reglamento.
Qué es la FCI:
Es el organismo que se encarga de regir y fomentar la (o canofilia) en todo el mundo; así también se rigen las normas de la cría. Consta de 84 países miembros con sus propios pedigrees, que forman a sus jueces.
Cada país dicta las normas de las razas oriundas del mismo. Son avaladas.
¿Qué es un afijo?
El afijo primero es propiedad exclusiva de la persona o colectividad que ha adquirido el derecho y es vitalicio.
El propietario solo puede aplicarlo a todos los ejemplares de cualquier raza de la que es criador.
No puede aplicarse a un ejemplar un afijo diferente al de su criador.
Nunca nadie podrá ser titular de más de uno.
Creado con el objetivo de fomentar y proteger la cineología y los perros de pura raza.
Somos socios del CEDDA, que es el «Club Español del Dogo Alemán».
Somos socios de la RSCE, que es la «Real Sociedad Canina de España».
ESTAMOS en contra del abandono.
Sí, por una crianza responsable y tenencia responsable de animales de compañía.
No al abandono.
dogos alemanes del casco viejo
¿Cómo conocí esta maravillosa raza?
Empezaré por contaros que hace ya muchísimos años de eso, y fue en un anuncio de Coca-Cola que me dejó impactada.
Un cartero intentaba dejar en un buzón al otro lado de una valla una carta, pero fue imposible y salió corriendo.
Y de repente, apareció la silueta de un perro enorme. ¡¡¡
Era un dogo alemán, arlequín, con orejas cortadas. Pues apoyado en sus patas delanteras sobre la valla, le pego un buen susto al cartero, que salió corriendo.
Desde ese día ya empecé a soñar, y entonces tendría algún día un perro igual.
Pero lamentablemente, hasta que pude tener a mi primer dogo alemán, pasó mucho tiempo.
Porque mis padres no me dejaban tener perros, y no pude hacer mi sueño realidad hasta que no me independice.
He perdido mucho por entregarme a esta raza a lo largo de mi vida. Pero no lo cambiaría por nada en esté mundo.
La recompensa supera cualquier pérdida; sin duda es lo más maravilloso que me ha podido pasar.
Dedicado a mis niños que me acompañaron y se quedaron en el camino, nunca os olvidaré.
Recordar siempre. Los dogos alemanes, Además, nunca dejarán de ser niños grandes.
Síganos
Copyright © 2024 . Todos los derechos reservados.
Diseñador Web and Digital Designer – Fátima Cabanillas